Este mágico y paradisíaco bosque cuenta con 4 senderos guiados –cada uno de diferente extensión y nivel de dificultad–, más de 200 especies de aves, incluidos halcones y cometas, una diversidad enorme de mamíferos como el jaguar, el ocelote, el mono aullador, el kinkajou, el agouti, el pecarí de collar y el mapache que come cangrejo. En medio de este frondoso paisaje, acampar es una excelente opción para disfrutar del contacto con la naturaleza, el descubrimiento y encuentro personal, así como un gran pretexto para compartir con familiares y amigos en un ámbito diferente.
Al no haber WiFi, las posibilidades de desconectarte y romper con esa dependencia (casi exasperante) con la tecnología son mucho mayores. Así que te recomendamos arrancar temprano en la mañana con una práctica de yoga sobre una alfombra natural.